Mariano Barusso

Encuentro (Generado por FireFly)

El propósito común siempre emerge de la diversidad

Hace unas semanas iniciamos junto a un cliente el diseño de un ambicioso plan de evolución cultural con un EPA, el nombre que le damos al Equipo de Proyecto Ampliado que conformamos siempre que es requerido con líderes del cliente y consultores de Asertys ► Transformación integrada.

Lo llamados «EPA» no solo por sus siglas, sino también, por las múltiples connotaciones positivas de esta expresión. Es una comunidad representativa del caleidoscopio de la organización, orientada a sorprender y a sorprenderse de sus súperpoderes.

Un equipo cuya configuración conversamos con los miembros del Comité Ejecutivo que están a cargo del proyecto, para asegurar diversidad, representatividad y liderazgo cúbico en la gestación de la estrategia cultural.

Una de las primeras cosas que pusimos sobre la mesa en la reunión inicial del EPA fue compartir los propósitos y las motivaciones que cada uno/a de los/as líderes que lo integran sentían por y para ser parte de esta comunidad temporaria.

Frente a la declaración que cada uno/a fue haciendo, que expresaba su singularidad, nos enfocamos en pedir una ampliación del significado, para explorar, en pocos minutos, cuál era el motivo más relevante que resonaba con los objetivos del este grupo y del proyecto de cultura organizacional.

Como siempre, descubrimos motivaciones bien diferentes, que iban desde lo relacional hasta el afrontamiento exitoso de condiciones de la cultura nacional y del presente de la sociedad. Esas motivaciones tan diversas confluían en sus múltiples formas en un propósito orientado al bien común de la empresa.

Una vez más, observamos como un propósito de equipo u organizacional, está configurado en el entretejido de motivaciones personales que, frente a un contexto de necesidad y con la guía adecuada, promueven la emergencia de un proyecto colectivo.

No existe el “alineamiento top down” en una organización moderna, sino la sincronización orquestada de personas y grupos en función de una idea superadora del presente y trascendente en su impacto… y con una dirección y alcance sistémico que no pueden anticiparse.

Es lo que llamo «El nuevo círuclo de oro», ese que emerge de una relación confiable en su centro, que reúne un a un conjunto diverso de intenciones positivas en el hallazgo de un proyecto común.

Para mí es la metáfora de la organización emergente mucho más realista y funcional, así como una de las caras de la diversidad e inclusión que no están garantizadas por cambiar las mezclas en la composición de los colectivos de personas que configuran nuestras empresas.

Hay emergencias y diversidades para ser celebradas.


📸 PD: Como estoy experimentando con la IA, aproveché este escrito para pedirle a #Firefly algunas imágenes alusivas. Tras unos segundos me brindó esta entre varias opciones. Mis reflexiones y emociones al respecto las iré desplegando en futuras publicaciones.

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